El historiador vasco Xabier Irujo mantiene en un nuevo libro sobre el bombardeo de Gernika durante la Guerra Civil española que en esta acción bélica participaron el 21 % de los aviones que estaban al servicio del general Franco y de los militares alzados contra la República española.
BILBAO. Este nuevo dato, hasta ahora desconocido, es aportado por Xabier Irujo Amezaga en su libro sobre el primer ataque aéreo sobre población civil indefensa de Europa titulado “El Gernika de Ritchthofen”, en alusión al legendario aviador alemán de la Primera Guerra Mundial, Manfred Von Ritchthofen, más conocido como el “Barón Rojo”.
Irujo, quien imparte clases de estudios de genocidio y estrategias de administración del terror en el Centro de Estudios Vascos de la Universidad de Nevada (Reno), ha obtenido este y otros datos hasta ahora ignorados sobre dicho bombardeo del estudio, durante seis años, de más de 12.000 documentos procedentes de más de 20 archivos de Europa y América.
El libro, presentado hoy en Gernika junto al volumen que recoge testimonios de los supervivientes de la tragedia titulado “The day Guernica was bombed. A story told by eyewitnesses and survivors”, del biólogo norteamericano William Smallwood, aporta como principal novedad el hecho de que el 21% de los cazas y bombarderos a disposición del general golpista Francisco Franco tomó parte en el ataque.
Revela también que el 26 de abril de 1937 fueron arrojadas sobre la villa foral y símbolo de los derechos y libertades de los vascos desde la Edad Media, entre 31 y 41 toneladas de bombas, buena parte de ellas incendiarias.
Como consecuencia del efecto de este tipo de obuses, el 85,22 % de las edificaciones de Gernika quedaron completamente destruidas (y no el 71% que se cifraba hasta ahora), lo cual supone un 67,58 % del total de las edificaciones destruidas en Bizkaia durante la guerra civil, exceptuando las destruidas en Bilbao.
El volumen recoge también que las labores de desescombro del centro urbano de la villa no se iniciaron hasta febrero de 1939, casi dos años más tarde, y a finales de 1941 todavía no se había terminado de desescombrar la zona principal de la villa foral.
El libro del biólogo norteamericano William Smallwood, quien aprendió euskera entre 1970 y 1972 de varios pastores vascos que se lo enseñaron, es una antología de las 129 entrevistas que realizó en Gernika en 1972 entre supervivientes del bombardeo.
En su mayoría aportaron información nueva sobre cómo vivieron el bombardeo las víctimas del mismo, entre las que había “gudaris”, enfermeras de hospital, un médico, uno de los enterradores y diversas personas que estaban en la villa el 26 de abril de 1937.
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