El
Estado federado de Renania del Norte-Westfalia, el más poblado de Alemania, ha
vivido hoy una jornada histórica y de enorme significación política, al
convertirse en escenario del mayor operativo policial que hayan ordenado las
autoridades de esta región contra los grupos neonazis. Más de 900 policías han
registrado más de 140 viviendas y locales en varias ciudades de este land,
situado al oeste de Alemania y uno de los más industrializados del país.
Las tres organizaciones eran consideras por la policía como “violentas” e
incluso el grupo que fue prohibido en Aquisgrán rozaba los límites con el
terrorismo. Dos miembros de este grupo habían sido detenidos en mayo de 2010 en
Berlín cuando la policía descubrió que tenían en su poder dos bombas artesanales
repletas de clavos, que pensaban hacer estallar en una manifestación convocada
para protestar contra los neonazis.En paralelo a la actuación policial, las
autoridades han anunciado la prohibición de tres organizaciones neonazis y la
confiscación de todos sus bienes. Las agrupaciones son Kamaradschaft Aachener
Land, que operaba en Aquisgrán y en sus alrededores; así como Resistencia
Nacional de Dortmund y Kamaradschaft Hamm.
“Con
el operativo hemos logrado abrir una gran brecha en la red de los neonazis y
hemos tenido éxito en la destrucción de estructuras muy importantes”, ha
afirmado el ministro del Interior de Renania del Norte-Westfalia, Ralf Jäger, al
dar a conocer detalles de la operación y de la prohibición de los tres grupos
neonazis, a los que ha calificado como “xenófobos, racistas y
antisemitas”.
El
ministro también ha anunciado que la policía había descubierto más de un millar
de afiches del partido neonazi NPD, en las oficinas que ocupaba el grupo
Resistencia Nacional de Dortmund. Esto demuestra la estrecha relación que existe
entre el NPD con los grupos violentos neonazis en el Estado”, añadió el
ministro.
Solo
en Dortmund, una ciudad con más de medio millón de habitantes y considerada por
las autoridades federales como el bastión de los neonazis en el occidente del
país, fueron registradas 93 viviendas. En Aquisgrán, Düren y Heinsberg, ciudades
todas ellas más pequeñas, los agentes de la policía registraron otras 43
viviendas.
El
operativo, que ha sido calificado por un portavoz de la policía como la más
importante ofensiva realizada en el Estado federado contra los neonazis, también
ha incluido registros en las cárceles, donde los agentes revisaron las celdas de
los neonazis que cumplen condenas. Las autoridades han informado de que en los
allanamientos, los agentes se habían incautado de armas de fuego, puños
americanos, varas de acero plegables, cuchillos y palos de béisbol.
El
despliegue policial contra los neonazis se ha iniciado a las seis de la mañana y
ha concluido poco antes del mediodía. La acción, aparte de reducir las
actividades de los neonazis en el land, también tenía como objetivo mostrar a la
opinión pública alemana que las autoridades no volverán a cometer el error en el
que incurrió la Oficina de Defensa de la Constitución de Turingia [servicios
secretos], que fracasó en descubrir una serie de asesinatos cometidos por la
célula Clandestinidad Nacionalsocialista integrada por tres fanáticos neonazis.
El pequeño grupo asesinó a nueve extranjeros, la mayoría turcos, y a una agente
de la policía entre los años 2000 y 2007. El escándalo obligó al máximo
responsable de este organismo federal, Heinz Fromm, a presentar su renuncia la
pasada primavera.
El
Gobierno alemán anunció el pasado mes de julio su intención de reformar en
profundidad los servicios secretos tras aquel escándalo, tal como anunció el
ministro federal de Interior, Hans-Peter Friedrich. Los citados servicios de
inteligencia no solo no alertaron de la existencia y de las actividades de
Clandestinidad Nacionalsocialista, una célula neonazi muy peligrosa que actuó
entre 1998 y 2011, sino que tras su descubrimiento destruyeron actas en las que
se documentaba su presencia, como se pudo saber.
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