El asesinato de un joven iraquí en Atenas a manos de cinco desconocidos cuyos retratos robot remiten a ultras racistas, próximos a Aurora Dorada, supone un paso más hacia el abismo en el marasmo social que la deficiente gestión de la inmigración, sumada a los efectos de la crisis económica que están aprovechando los partidos ultraderechistas para fomentar el odio hacia los inmigrantes, mientras prosigue la denominada Operación Zeus Xenios, una vasta ofensiva policial contra la inmigración irregular.
La víctima, de 19 años, paseaba por el centro de Atenas el domingo al amanecer cuando cinco jóvenes descendieron de cuatro motocicletas y la emprendieron contra él a golpes y navajazos. Murió horas después en el hospital. Este lunes se ha producido algo parecido a una revancha: un rústico artefacto incendiario, compuesto por dos bidones de gasolina y unas mechas, ha explotado ante la sede central del partido neofascista Aurora Dorada (18 diputados), que defiende la expulsión de todos los extranjeros sin papeles de Grecia y que propone poner bombas en las fronteras para frenar la entrada de inmigrantes y que se le relaciona con el auge de las palizas a inmigrantes en los últimos meses.
Según informaciones de la policía, los autores del asesinato del iraquí lo habían intentado poco antes en la misma zona con otros dos extranjeros, un rumano y un marroquí, que lograron escapar. Pero no fue el único suceso de tintes racistas del fin de semana. El sábado por la noche, en Iraklio, capital de la isla de Creta, jóvenes griegos atacaron a un grupo de paquistaníes y convirtieron el lugar en una “zona de guerra”, según la información del diario To Vima. La policía detuvo a un ciudadano griego, que confesó haber golpeado con una barra de hierro a los asiáticos.
La semana pasada, también en Iraklio, cuatro ciudadanos indios que esperaban el autobús al amanecer para dirigirse a su trabajo fueron salvajemente golpeados por individuos desconocidos sin mediar palabra o provocación. Los inmigrantes que viven en Creta han solicitado este lunes protección a la ciudadanía en una carta abierta remitida a los medios de comunicación, temerosos de la supuesta connivencia de muchos agentes con los violentos racistas, una hipótesis que incluso maneja la Comisión de Derechos Humanos del Consejo de Europa. Según la principal asociación de inmigrantes, en el primer semestre del año más de 500 de ellos han sufrido agresiones xenófobas. El ministro de Justicia y Derechos Humanos, Andonis Rupakiotis, ha alertado hoy del “peligroso” incremento de los mismos. “La cuestión [de la inmigración] no se soluciona por medio de una violencia inhumana”, ha dicho.
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