Hoy 20 de junio, se cumplen 11 años del asesinato por un policía de Carlo Giuliani, jóven anarquista de 23 años residente en Génova.
Entre el 19 y el 22 de julio de 2001 el G8 realizó su cumbre anual en la localidad italiana de Génova. Se convocaron manifestaciones en la ciudad para mostrar el descontento de la población con este organismo. A estas manifestaciones, acudieron decenas de miles de personas procedentes de todo el mundo. Las convocatorias pretenden interrumpir el normal desarrollo de las cumbres, para poner en primera plana del debate publico las actividades, las funciones o la legitimidad de unas instituciones que ejercen un gran poder en todo el mundo pero que eran prácticamente desconocidas para el conjunto de la población. Para atajar esta situación, el poder desató una tremenda escalada represiva.
En las cargas del 20 de julio, un coche de policía choca contra un cubo de basura. A este coche se acercan muchos manifestantes y le lanzan un extintor. El carabiniero que se encuentra en el interior del vehículo saca su arma, los manifestantes, al ver la pistola, empiezan a retirarse, pero Carlo, que no ve la pistola, se agacha para coger el extintor. Al levantarse, ve al policía armado y es entonces cuando se produce la tragedia, el caribinieri efectúa dos disparos que le dan a Carlo Giuliani en la cara, el primero entrándole en el ojo y el segundo por la frente, dejando el cuerpo del jóven italiano en el suelo perdiendo sangre. Posteriormente la furgoneta de Carabinieri desde la que disparó el policía pasó por dos veces encima del cuerpo de Carlo, aplastándole las piernas y el abdomen.
La policía no permitió que entrase atención médica en un primer hasta horas después. Compañeros intentaron socorrer y retirar a Carlo pero ya era demasiado tarde, estaba muerto a causa de los disparos y los atropellos. Según informes, los enfrentamientos continuaron durante horas alrededor del cuerpo sin vida de Carlo.
La actuación indiscriminada de los Carabinieri produjo más de 200 heridos y 50 detenidos, además de múltiples denuncias por torturas y malos tratos en las comisarías.
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