Mi situación concreta es un cúmulo de ataques contra mi integridad física y psicológica; una situación que conocen bien los camaradas que están en aislamiento…
Me alejaros de mi familia y no puedo verlos; me cortaron la correspondencia intre-carcelaria para que no pueda comunicarme con mis camaradas y amigos; hace ya más de 10 años que hacen todo lo posible para que yo y mi compañera (y camarada) no estamos juntos, mas también aquí resistimos y ganaremos la batalla del amor…
Llevo casi 6 años en celdas de aislamiento, aunque su propia ley no permite recluir a nadie más de 14 días seguidos. Sin que entre la luz del día, confinado 20 horas diarias. En celdas donde, en el invierno, los funcionarios cortan el agua caliente y la calefacción a los presos políticos y, en el verano, la chapa metálica de la protección no deja entrar el aire; donde, por la noche, los recuentos despertándonos cada dos horas…
El acoso de los funcionarios es constante. Cacheos todos los días para salir al patio, para ir al médico o porque no tienen mejor cosa que hacer que ir a amolar “al comunista” y poner la celda patas arriba.
Porque su frustración no soporta que, a pesar de todo, llevemos una vida digna dedicada al estudio, a la formación política y al deporte…
Por eso nos obligan también a salir a un patio que acabará por provocarnos graves problemas sanitarios; lleno de excrementos de los pájaros que tenemos que limpiar los presos políticos para evitar que nos coma la mierda. Incluso se niegan a darnos los utensilios de limpieza y conseguirlos es una lucha diaria…
Otro de los peores problemas, que terminará trayendo consecuencias trágicas, es que los carceleros buscan a los presos más conflictivos y antisociales y los meten en mi Galería. En este último año tuvimos que defendernos físicamente de 3 presos que los carceleros lanzaron contra nosotros. Además tenemos metido aquí a nazis, violadores, chivatos y gente desequilibrada con mucho peligro…
El médico también es otro campo de batalla. La atención médica es tercermundista. Hace poco denuncié al Centro por desatención, pues pedí una consulta de urgencia para aliviar el dolor ciático (pasé por dos operaciones de dos hernias de disco) y el médico no apareció por aquí en una semana. Otro dato es que llevo 9 meses intentando ir al dentista…
En fin compañeros, en general, éstas son mis condiciones. Sin embargo, mi ánimo es alto y mi firmeza combativa sigue tan fresca como el primer día, solo que con 10 años de experiencia sobre mis espaldas en materia de represión carcelaria.
Un abrazo para todos los camaradas y compañeros.
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