Una persona un voto, eso sería lo lógico y lo justo, pero en España tenemos una ley electoral que niega esta máxima democrática, la ley D'Hont.
El sistema de D'Hondt es una fórmula electoral inventada por Victor D’Hondt en 1878, que consiste en que la obtención del número de escaños depende de la proporción de votos conseguidos, se establece un mínimo del 3% para optar a este reparto de escaños, negando así a cientos de miles de votates la validez de su voto y que los partidos 'minoritarios' consigan tener representación. Este sistema, castiga a las grandes ciudades y a los puntos geográficos con mayor población, ya que para alcanzar ese 3% es necesaria mayor cantidad de votos, de manera que un diputado en Madrid o Barcelona vale unos 130.000 votos, en Salamanca 77.000 y 20.000 en Ceuta.
Este sistema elecetoral favorece a los partidos mayoritarios, que les es fácil alcanzar el porcentaje requerido y también favorece a los partidos nacionalistas ya que como son partidos propios de una Comunidad Autónoma el apoyo de sus votantes hace que consigan con bastante facilidad altos porcentajes de votos en su región, permitiéndoles así tener representación en el Congreso, estos partidos son principalmente CiU y PNV, y lejos de estar entre los mayoritarios, tienen 779.425 y 306.000 respectivamente votos (frente a los 969.946 de Izquierda Unida), tienen un importante número de escaños, 10 y 6 ante los 2 de IU que tiene casi 200.000 votos más que el primero y más de 600.000 que el segundo.
Las cifras hablan por si mismas y destapan lo que está lejos de ser una ley electoral justa y que representa a todos los españoles por igual.
¡Hay que cambiar la ley electoral!
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