domingo, 5 de febrero de 2012

Gran fiesta y mejor ambiente, menos para una persona

Nos situamos en el pasado sábado 28 de enero en Vallekas, Madrid. A las 18:00h comenzó a rodar el balón en el Estadio de Vallecas, iniciando así la jornada liguera con el partido que enfrentaba a Rayo y Athletic Club de Bilbao.

El día había empezado mucho antes para los cerca de 5.000 seguidores bilbainos y tambíen para los seguidores rayistas que desde varias horas antes del partido se habían fundido formando una sola masa de aficionados, juntándose en los bares y las cercanías del estadio del club franjirrojo, para compartir cánticos, tapas, experiencias y recuerdos futbolísticos. El ambiente era festivo, normal era el intercambio de bufandas entre seguidores "rivales" y elogios de una a otra afición. Con el pitido incial el ambiente se tasladó al terreno y juego pudiéndose ver un partido emocionante con remontadas y empates que acabó 2 - 3 para el club bilbaino. Estos fueron los únicos 90 minutos en los que ambas aficiones no remaron en el mismo sentido, dedicando cánticos y bufandeos a los suyos.


Al finalizar el partido los 22 jugadores aplaudieron a los espectadores, los locales en particular a Bukaneros, el pulmón de Vallekas, con los que también tuvieron un bonito gesto los leones dedicándoles aplausos -en el caso de Llorente fueron disculpas puesto que había conseguido los 3 goles de su equipo-.

Pero como el fútbol no son sólo 90 minutos, ambas aficiones empezaron a dedicarse cánticos de una punta a otra del estadio, los seguidores del Athletic empezaron a corear "es de Primera, el Rayo es de Primera" a lo que los rayistas le contestaron con un "Athletic, Athletic". Tras más de 15 minutos de cánticos, entre los que hubo alguno que sirvió para resaltar el caracter antirracista que debe tener la sociedad en general y las gradas en particular, la gente se empezó a marchar. Fueron entonces los de siempre, los del Fondo de Vallekas, los que terminan cantando con el corazón porque se dejan la voz, los que con sus cánticos consiguieron sacar del vestuario a los jugadores del Rayo, que les correspondieron con aplausos.

Parece que con este gran ambiente, alejado de estúpidos perjuicios racistas y un ejemplo de tolerancia y hermandad entre aficiones y pueblos, todo fue un fiesta del fútbol, ¿todo? ¡NO! La Comisión Estatal contra la violencia, el racismo, la xenofobia y la intolerancia en el deporte, en su afán recaudativo arruinó la vida a un seguidor el Bilbao multándole con 5.000 euros y prohibiéndole el acceso a cualquier recinto deportivo por un periodo de dos años por "exhibir una bandera de grandes dimensiones".

Hemos hablado largo y tendido sobre esta Comisión que con su Ley del Deporte parece hacer todo lo posible por promover la violencia, el racismo, la xenofobia y la intolerancia en el deporte, ya que si no no entendemos los atropellos que cometen con los aficionados por cosas tan intrancendentes, incluso por cosas que no les hacen culpables.

           - Multa de 5.000 euros y prohibición de acceso a cualquier recinto deportivo por un período de dos años a un aficionado identificado quien, durante el partido Rayo Vallecano-Athletic de Bilbao, exhibió una bandera de grandes dimensiones que provocó una seria alteración del orden público entre los aficionados en el interior del recinto deportivo.

No a la Ley del deporte.

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