El Congreso ha homenajeado hoy al fascista y cómplice de asesinatos políticos Manuel Fraga, con unas palabras de reconocimiento leídas por el presidente de la Cámara, Jesús Posada, en ausencia de los diputados de las minorías de izquierda y del PNV. Indecente, inmoral y una provocación insoportable.
Posada ha recordado al veterano político, fallecido el pasado 15 de enero a los 89 años, y además de resaltar que en todas sus facetas demostró "lealtad y sentido democrático" ha subrayado el "destacado papel" que desempeñó en la Transición "contribuyendo de forma decisiva a la concordia y reconciliación entre los españoles". Casi nada. Apología del terrorismo de estado, y del franquismo, en plena sede parlamentaria, donde, se supone, reside la soberanía popular.
Sus palabras han sido acogidas con aplausos por buena parte de la Cámara, principalmente del mayoritario grupo popular pero con la complicidad del resto de grupos de la derecha, porque, aunque no han aplaudido algunos diputados del PSOE, entre ellos Alfonso Guerra o Elena Valencano, ni tampoco los nacionalistas de CiU, los demás han legitimado este acto de la vergüenza y de la humillación histórica a las víctimas con su presencia.
Tal acto, además de una clara apología de la dictadura franquista y del terrorismo de estado, es, para la memoria de las víctimas de Fraga, un acto indecente, inmoral, y una provocación insoportable. Es la demostración palpable de que el franquismo jamás acabó, y es una forma sutil de reirse en la cara de los "vencidos" y demostrar, una vez más, quienes fueron y siguen siendo los "vencedores".
Fuera del salón de plenos, en el pasillo, se encontraban los pocos diputados con una mínima de decencia histórica que pueblan los escaños de esa cámara, los mismos diputados que se han ausentado para evitar mostrar su apoyo a Fraga, pertenecientes a IU, ERC, ICV y Compromís; tampoco estaban dentro del hemiciclo los del PNV y Amaiur.
Los tres diputados de ERC en el Congreso han calificado el acto como "inaudito, impropio y fuera de lugar". El portavoz de los republicanos catalanes, Alfred Bosch, ha subrayado en declaraciones a los medios que el Congreso es "la casa de la democracia", cuyos representantes son elegidos en las urnas, por lo que no es propio que celebre homenajes "a personas que no quisieron barrer su pasado franquista".
Un homenaje que, a juicio de los ausentes, está en "las antípodas" de lo que debe ser un Parlamento y que sería "inconcebible" en cualquier democracia actual con pasado de dictadura militar o autoritarismo ideológico.
Hoy es, una vez más, un día triste para todos los demócratas, hoy, una vez más, el fascismo crece, se extendie y lo hace, encima, en ese mismo lugar donde, se supone, los ciudadanos y ciudadanos del estado español deben ver representada la democracia. Claro, que, a decir verdad, a nadie le debería extrañar: esta es, ni más ni menos, la "democracia" que tenemos. Una demosfacia.
Fuente: Kaos en la red
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