La crisis. Esa palabra que en estos últimos cuatro años tan conocida se nos ha hecho. Y es que es verdad, ya llevamos mucho tiempo escuchándola en boca de mucha gente y muy diversa. Y lo peor de todo es que esta palabra, que ya nos resulta una vieja conocida, por lo visto va a acompañarnos durante mucho tiempo: tenemos que tener claro que nos va a acompañar todo el tiempo que dejemos que los culpables de esta situación continúen perpetuándola.
Esta famosa crisis nos afecta a todos y todas, no solo a quienes trabajan; a la juventud cada vez nos toca más de cerca, y en el caso concreto de la educación secundaria no es difícil ver cómo repercute en nuestras clases: recortes en la plantilla docente, alumn@s con necesidades especiales que quedan desatendidos, material escolar a un precio mucho más elevado, más personas que pupitres en el aula, desaparición de becas, reducción de servicios y actividades… en definitiva, una disminución de la calidad del sistema educativo que además se encarece en unos momentos en los que muchas familias tienen dificultades económicas. A ello se une la futura LOMCE, reforma del PP que pretende someter nuestro aprendizaje a los intereses económicos de los mercados, esto es, vender la educación al mejor postor.
¿Qué podemos hacer nosotr@s para cambiarlo? L@s estudiantes tenemos mucho que decir. Para combatir todos estos despropósitos es necesario continuar con las movilizaciones del curso pasado; tenemos que decir alto y claro que no vamos a permitir que sigan recortando nuestros derechos, que no vamos a tolerar que destruyan nuestra educación. Desde Yesca, la juventud castellana y revolucionaria, hacemos un llamamiento a la huelga de estudiantes del día 11 de Octubre, porque creemos que es necesario que l@s estudiantes salgan a la calle para reivindicar sus derechos y sobre todo a exigir una educación pública, gratuita y de calidad. Es la hora de defender nuestros derechos,
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