13/11/2012
La Princesa prendió la mecha de las movilizaciones, pero la protesta contra el plan de cierres, privatizaciones y transformación de centros sanitarios del Gobierno regional no ha dejado de crecer. La marea blanca alcanza ya en forma de encierros a 17 hospitales madrileños, tras sumarse hoy el Ramón y Cajal y el Clínico San Carlos de la capital y el hospital de Móstoles.
La ola llegó primero a los seis hospitales cuya gestión se privatizará, después al Carlos III (futuro centro de media estancia) y, finalmente, a hospitales que no están tan afectados por las medidas (Niño Jesús, Príncipe de Asturias, 12 de Octubre, Severo Ochoa, Getafe y Gregorio Marañón). Este último hospital inició su encierro ayer mismo en el aula magna. A media tarde, una treintena de personas empezaban a pintar pancartas y a distribuir hojas informativas. El comité de empresa recuperó para la ocasión el ataúd con el que recibían al exconsejero de Sanidad, Juan José Güemes, en las protestas contra la privatización en 2008.
En el Ramón y Cajal el encierro comenzará esta tarde después de una asamblea informativa en la que también se hablará de la convocatoria de huelga general prevista para mañana, informa Efe. El pasado 31 de octubre, la Comunidad de Madrid anunció, junto con la implantación del euro por receta, la gestión privada de los hospitales Infanta Leonor, Infanta Sofía, Infanta Cristina, del Henares, del Sureste y del Tajo, así como la transformación del Hospital Universitario de La Princesa en uno de alta especialización para personas mayores y el Carlos III en un centro de media y larga estancia. El Gobierno regional ha reculado en su plan para La Princesa: el servicio de Urgencias y la población de referencia se mantienen. El centro tendrá carácter “general” y sumará especialización en mayores
"Con todos estos recortes la calidad va a bajar considerablemente en la sanidad madrileña", ha declarado la delegada de UGT del Ramón y Cajal, Emilia Redondo. Según la representante sindical, todas estas medidas tendrán "repercusiones" en los ciudadanos y en los trabajadores de todos los hospitales madrileños que, en el caso del Ramón y Cajal, ha asegurado que están "preocupados" porque ven peligrar sus puestos de trabajo.
Por su parte, en el hospital Clínico San Carlos han decidido retrasar el encierro hasta el 15 de noviembre para desligar esta forma de protesta de la huelga general, tal y como ha anunciado a Efe José Luis Martínez, miembro de la ejecutiva de UGT de este centro. "Los trabajadores nos merecemos más respeto", ha dicho el representante sindical, que ha añadido que se les ha "agotado la paciencia" porque los sanitarios ya han "aguantado demasiadas cosas". Según ha informado Martínez, esta tarde sindicatos y trabajadores tienen previsto reunirse en asamblea para organizar los encierros, que durarán "hasta que el cuerpo aguante".
Además, los trabajadores y las organizaciones sindicales del hospital de Móstoles, en asamblea general de trabajadores, han acordado iniciar un encierro de 72 horas también a partir del día 15, "en apoyo al resto de compañeros y en señal de protesta por las medidas aprobadas por el Consejo de Gobierno", según ha informado en una nota CC OO.
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