En estos días coincide algún aniversario y diversas cuestiones del presente, que configuran esa mezcla de tragedia, degradación y zafiedad que caracteriza al esperpento.
Hoy se conmemora el 35 aniversario de la matanza de los abogados de Atocha, que no fue una actuación excepcional del fascismo español, como se nos pretende hacer creer, sino un episodio más del ''terrorismo negro'' en connivencia, mas o menos descarada, con el Estado.
Los múltiples asesinatos en movilizaciones populares, que afectaron especialmente a Madrid, durante los primeros años de la transición, pero que no han parado, ahí tenemos el reciente caso del compañero Carlos Palomino, o en las comisarias y cuartelillos.
La creación del Batallón vasco-español y de los GAL, entre otros instrumentos, con la finalidad de neutralizar, por cierto con poco éxito, la lucha del Pueblo Trabajador Vasco.
El mantenimiento integro de un aparato judicial, creado a la sombra del franquismo, y cuyos valores esenciales siguen asumiendo, salvo honrosas excepciones.
La II Restauración borbónica, que elevó a la jefatura del Estado a uno de los personajes más indecentes de esa saga familiar, que ya es decir, y con ello dio impulso a las más aberrantes prácticas que hoy caracterizan al Regimen que sufrimos: corrupción, opacidad, manipulación, falta de libertades...
El proceso de negación de la auténtica historia de los horrendos crímenes del fascismo español; y por supuesto de la heroica resistencia antifascista de los Pueblos y clases trabajadoras de este Estado, que permite la construcción de un ''relato histórico'', eso que hoy está tan de moda, absolutamente demencial, en el que las ''centenares de miles, millones en realidad'', de víctimas del franquismo, son negadas o simplemente ninguneadas.
En este marco, asistimos hoy, al inicio del juicio contra Baltasar Garzón en el Tribunal Supremo, acusado de presunta prevaricación, por intentar investigar los crímenes del franquismo. Los denunciantes iniciales, el colectivo fascista ''Manos Limpias'' y la ''Falange Española'', esta ultima apartada del proceso antes del inicio del juicio oral nos imaginamos que incluso para este Sistema era demasiado que la organización heredera política de algunos de los principales responsables de los crímenes cometidos, fuera a su vez la acusadora por intentar que estos fueran investigados. En cualquier caso la situación no varía en lo esencial, un juez de la A.N., juzgado por intentar investigar los crímenes del franquismo por la denuncia de diversas ''terminales'' del fascismo español, responsable precisamente de esos crímenes. Todo ello nos da el auténtico perfil de ''la calidad democrática'' del Régimen que padecemos; y de quien manda realmente en este Estado.
Hoy Garzón está haciendo su mayor aportación a la lucha por la democracia.
Mientras todo esto ocurre, Iñaki Urdangarín sigue viviendo tranquilamente en Washington y sigue disfrutando de su trabajo de ejecutivo en Telefónica. Parece ser que a finales de febrero vendrá a declarar y a aclarar a la opinión pública ''española'' su recto proceder. Por no hablar de la infanta Cristina, que a pesar de todas las evidencias en su contra ni tan siquiera se le ha imputado en el procedimiento.
No nos merecemos seguir siendo ''carne de esperpentos''. Este pueblo que tiene páginas gloriosas en su historia de lucha, tiene que ser capaz de construir un futuro en el que asesinos, corruptos y manipuladores no tengan un papel hegemónico. Trabajar para ello y acumular el mayor número de fuerzas en esa dirección es una tarea prioritaria.
Izquierda Castellana.
Castilla a 24 de enero de 2012
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