Pese a ser el fútbol el primer deporte en todo el mundo, pocos han sido -y son- los jugadores que han mostrado su compromiso político con temas como la pobreza, el rechazo a los régimenes fascistas, etc...
Ayer, 4 de diciembre, falleció uno de esas grandes personas y formidable futbolista, tan excepcional como su nombre completo, Sócrates Brasileiro Sampaio de Souza Vieira de Oliveira.
Debutó como jugador profesional en 1974 en el Botafogo donde militó cuatro temporadas para fichar por el Corinthians de São Paulo, uno de sus mejores periodos, 6 años que le permitieron jugar 297 partidos, marcar 172 goles, colocarse el brazalete de capitán de Brasil, selección a la que lideró en los mundiales de España y de México y ser nombrado el mejor jugador de Sudamérica en 1983. Fue en estos años, entre 1978 y 1984 con la elástica blanca del Sport Club Corinthians Paulista, cuando utilizó el fútbol como arma para acabar con la dictadura fascista (1964-1985).
Su leyenda, continuo cuando fichó por la Fiorentina (de Italia). En la multitudinaria rueda de prensa que le recibió en Florencia, un periodista le preguntó cual era su personaje italiano favorito, con toda naturalidad, Sócrates respondió: “Antonio Gramsci”.
Ahora nos llega la noticia de su muerte. Siempre es triste que nos deje alguien que nos ha dado alegrías. Para los aficionados al fútbol, ver jugar a Sócrates, tan elegante, tan inteligente, tan imaginativo, era una alegría. Muchos encontraron viéndole jugar un placer adicional, sabiendo que fuera del campo también tenía la misma elegancia, la misma entrega, la misma inteligencia... era "uno de los nuestros".
Esperemos que en vida haya disfrutado tanto como hizo disfrutar a los amantes del fútbol con su juego.
No hay comentarios:
Publicar un comentario